Evo Morales arribará este miércoles a las 9 a Tiwanaku, un sitio sagrado para las culturas andinas, para el ceremonial que tendrá su sede entre la pirámide de Akapana y el templo de Kalasasaya y estará escoltado todo el tiempo por más de medio millar de Ponchos Rojos, considerados su guardia indígena.

Mientras los Ponchos Rojos cuidan del jefe de Estado, este recibirá una “limpia” por dos sacerdotes amautas en el Museo Lítico, antes de vestir los trajes originarios con los cuales continuará la ceremonia.

El amauta aymara Wilfredo Murga, quien presidirá el ceremonial, adelantó que todo el ritual tiene el objetivo de garantizar a Morales un buen trabajo durante su mandato al frente del Estado Plurinacional, que termina en el 2020, su tercero desde que asumió en el 2006 como presidente de la República.

A diferencia del 2010, el presidente Morales será rodeado por las piezas arqueológicas encontradas en el lugar para recibir la energía de las divinidades antes de ir a los templos sagrados.

El primer presidente indígena de Bolivia, desde la parte superior de la pirámide de Akapana, hará ofrendas a la Pachamama o Madre Tierra a base de dulces, alcohol y hojas de coca.

En tanto, en el Templete de Kalasasaya, durante otra ofrenda, los sacerdotes pedirán conocimiento, sabiduría y humildad para los cinco años que estará al frente del Estado. Al finalizar la ceremonia, Morales ofrecerá una cena típica a los mandatarios visitantes y luego presenciará un baile tradicional.