Economía y Empresas
Se estudia

BCU monitorea posibe "shadow banking" en es sistema financiero nacional

"Entendemos que las empresas que dan crédito al consumo podrían caer dentro de la definición de shadow banking, en la medida que alguna de ellas presente fondeo de retail dentro de su estructura de financiamiento", sostiene un trabajo realizado por el jefe del Departamento de Estudios de la Superintendencia de Servicios Financieros del Banco Central (BCU), Pablo Bazerque.

Según el documento, a junio de 2014 el monto total de fideicomisos financieros de oferta pública en propiedad de inversores minoristas (no en manos de fondos de pensión o empresas de seguros) era de aproximadamente US$ 70 millones, y los principales estaban relacionados con inversión inmobiliaria y estructurados como renta variable en certificados de participación.

Sin embargo, durante los últimos dos años, se emitieron fideicomisos financieros por unos US$ 20 millones que se utilizaron para el fondeo de empresas de crédito a familias (no emisoras de tarjetas de crédito).

Según el BCU, las empresas de crédito no bancarias tienen una participación del 25% del crédito al consumo, pero habitualmente no se fondean de inversiones minoristas, al tiempo que las tres principales (40% del mercado no bancario) son propiedad de bancos "que las usan como un canal de crédito más barato que el de las sucursales tradicionales". Estas empresas son financiadas directamente por sus bancos o venden créditos a esos bancos vinculados.

"A pesar de esto, se monitorean las tendencias de crecimiento de los fideicomisos financieros de inversión minorista que pudieran incluirse en una definición de banca en las sombras", dice el estudio presentado durante las "Jornadas sobre Tendencias en la Regulación y Supervisión Financiera en Iberoamérica", organizadas por el Centro de Formación de la Cooperación Española en Montevideo.

El término shadow banking se refiere a entidades que desarrollan en paralelo los mismos servicios que los bancos y entidades controladas por las autoridades financieras, pero al margen de esa regulación.

El sistema financiero uruguayo incluye 12 bancos comerciales con US$ 36.000 millones en activos (US$ 15.000 millones de créditos y US$ 27.000 millones de depósitos); 4 fondos de pensión que manejan alrededor de US$ 11.000 millones; 14 empresas de Seguros con activos por US$ 3.700 millones; un mercado financiero que básicamente ofrece deuda emitida por el Gobierno y el BCU, con emisiones de empresas públicas y privadas que suman unos US$ 1.600 millones; y empresas administradoras de crédito que no tienen acceso a fondeo público y dan crédito a hogares por unos US$ 900 millones.

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