El texto involucra a tomar acciones de promoción de la salud en las municipalidades, la Policía Nacional, el Ministerio de Salud, el Ministerio de Agricultura y el Ministerio de Industria y Comercio.

Con esta ley el país daría un gran paso en su lucha contra las enfermedades provocadas por el tabaquismo.

Claro está, la reducción de su consumo y la suba de impuesto perjudicaría a las tabacaleras.

La senadora del PDP, Desire Masi explicó que los empresarios alegaron que si sube el impuesto, "indefectiblemente subirá el precio del producto y que eso alentará el contrabando dejando mucha mano de obra sin trabajo".

Agregó que las tabacaleras consideran "exagerado" el aumento del impuesto y que prometieron traer propuestas "para seguir dialogando".

Masi advirtió que si los empresarios van a traer a los productores de tabaco a presionar a la Cámara, los senadores invitarán a personas que sufren cáncer "y a sus familiares que están en lista de espera porque no tienen quimioterapia" para que también opinen.

Los empresarios pidieron a separar la ley en dos partes, una que trate sobre salud y otra con la parte tributaria.

Tal como adelantó NOVA, el proyecto pone en evidencia el conflicto de intereses en el que se ve envuelto Horacio Cartes, conflicto que parece haber resuelto fácilmente priorizando el interés de sus empresas por sobre el de los paraguayos.

Uno de los principales lobbystas ante el Congreso para es el asesor presidencial y gerente de Tabesa, José Ortiz, otro que no tuvo dudas a la hora de elegir entre su patrón o el país.

Horacio Cartes ha sido denunciado como el mayor productor de cigarrillos para el contrabando de América Latina y el Caribe.