Valdrá decir, primero que nada, que quien escribe estas líneas está en la actualidad viviendo en Uruguay pero que vivió 13 años en la República Argentina; 7 de los cuales fueron en Junín. También será necesario aclarar que mi actual residencia no es en Montevideo sino en una ciudad del interior de 12 mil habitantes distante 136 kilómetros de la capital.

Uruguay cuenta con algo más de 3 millones y medio de habitantes. Posee un sistema democrático republicano unitario, por lo tanto, más allá de que estemos organizados en 19 departamentos con sus respectivos Municipios y alcaldías, dependemos de la centralidad de Montevideo. Es por ello que nos definimos República y no Nación.

Desde la asunción a la Presidencia de la Nación Argentina del Ingeniero Mauricio Macri, Uruguay ha sentido una sensación de alivio y de apertura en lo que a relaciones bilaterales se refiere y con respecto al fortalecimiento del Mercosur (aunque en rigor Brasil nos hace temblar a todos) y se observa un reacomodamiento de las funciones de cada uno de los poderes.

El gobierno Kirchnerista no fue positivo para nuestro país ya que, por ejemplo, cerró importaciones y muchas empresas que desde territorio oriental vendían a Argentina cerraron. Se quiso hacer un tren que uniera los pueblos pero la verdad es que nunca funcionó. En su momento el dúo rioplatense Mujica-Cristina fue una imagen interesante “pour la galerie” pero no mucho más.

Uruguay no es un país barato para vivir. Aquí la comida es cara y los sueldos, en su mayoría, magros. Pero detallo algunas cuestiones para que se pueda tomar dimensión de lo que sucede de este lado del Río.

La matriz energética de Uruguay ha sido históricamente en base a la electricidad (calefones, cocinas, estufas, etc.) y se ha complementado con sistemas de gas envasado en el interior y gas licuado en Montevideo. En cuanto al servicio eléctrico y de agua, no se producen cortes por exceso de utilización de la red y el campo está 99 por ciento electrificado y con agua de red. A esto debe sumarse teléfono, combustibles fósiles, agua y alquiler. Todos los servicios en Uruguay son de empresas estatales.

Básicamente podríamos decir que en una casa o departamento de dos ambientes con una familia tipo que cuente con un equipo de aire acondicionado y un automóvil a nafta, los gastos básicos fijos mensuales, expresados en dólares americanos según cotización en Uruguay, se discriminan de la siguiente manera:

Energía eléctrica, 300 kilowatts: 70 dólares en épocas donde no se utilice el aire acondicionado. En caso de utilizarlo para calefaccionar o refrigerar, se deberán sumar 50 dólares más.

Agua corriente potable, 10 metros cúbicos: 10 dólares.

Gas envasado, esto se utiliza en el interior con garrafas de 13 kg: 12 dólares. En Montevideo, 10 metros cúbicos fijos equivalen a 11 dólares.

Teléfono fijo con acceso a Internet, 30 dólares mensuales.

Celular, y en caso de que fuese uno solo en la casa, con un plan básico, cuesta 25 dólares al mes.

Combustibles: Nafta súper 1,30 dólar por litro. Gasoil: 1,20 dólar por litro.

Alquileres: en el interior del país dos ambientes (casa o departamento) van de 250 a 470 dólares dependiendo la ciudad, la ubicación y el estado del inmueble. En Montevideo las cifras van de 780 dólares para arriba.

Valdrá decir que el ingreso promedio de hogares en Uruguay es de 1.200.- dólares pero el sueldo mínimo establecido por el Gobierno es de 500 dólares.

Para decirlo en criollo: si se considera un hogar con familia tipo, servicios básicos y un ingreso promedio, el 20 por ciento de los ingresos se va en los servicios.

Y aquí no hemos contado colegio, TV cable o satelital, entretenimiento, comida, viáticos, entre otras cuestiones.

También en Uruguay se paga Impuesto a la Renta (o al trabajo, mejor dicho) por franjas de ingreso, pero no está contemplado en esta muestra.

Existen salvedades que hay que reconocer: al agua no es cara, tiene el mismo costo en todo el territorio, no falta y es de calidad. Se puede tomar agua de la canilla. La electricidad tiene el mismo costo EN TODO EL PAÍS.

Aunque se han instalado varios parques eólicos, la electricidad suele tener dos aumentos de tarifa por año y una vez por año se premia con descuentos al usuario que ahorró energía. Existen planes de tarifa inteligente para hogares, empresas, etc. pero ya estamos hablando de otros costos.

Los combustibles fósiles fueron siempre caros. La empresa que los procesa (ANCAP) ha tenido serios problemas en los últimos años en su manejo administrativo contable cuando era su Presidente el actual Vice Presidente de la República Raúl Sendic.

No contamos con extracción de petróleo, por lo tanto se compra en el exterior y se refina en Uruguay. Todas las estaciones de servicio privadas venden los combustibles que son refinados y proveídos por ANCAP.

Uruguay no es una panacea. No es fácil mantener un hogar si no trabajan ambos adultos pero mirando hacia Argentina la reflexión que primero se suscita es: están poniendo a “tiro” los valores: en particular lo referido a la energía eléctrica.

Eso sí: es urgente y necesario que inviertan en los ramales de transporte porque de lo contrario los cortes seguirán en verano y el gas escaseará en invierno.

Se observa que Argentina tiene una inflación desmedida: por caso les cuento que he visitado Buenos Aires en septiembre de 2015 y no es posible que comer en un restaurant cueste lo mismo que comprar los mismos alimentos en un supermercado. Mientras tanto los artículos de perfumería y medicamentos son de bajo costo comparados con Uruguay.

Además no es posible que el Estado subsidie todo: es una tapa que oculta la inflación. Es una realidad virtual. Se subsidian los servicios para que las personas puedan llenarse la panza. Y ya sabemos que con el estómago lleno no importa mucho todo lo demás.

Más allá de eso, siempre fue absolutamente accesible vivir en Argentina, tanto en Capital como en el interior. En Uruguay no.

Personalmente viví dos crisis económicas grandes: en 1982 y fue luego cuando mi familia emigró a Argentina. Nunca nos faltó el trabajo ni la comida. Y la de 2001/2002 ya viviendo aquí en Uruguay y hubo más de una noche en que la cena fue pan con mate, sin trabajo y deudas que me hicieron sangrar por largo tiempo.

En resumen:

Considero que a Argentina le llevará un tiempo re acomodarse a las cifras reales del mundo. Haberle pagado a los Holdouts tampoco es haber resucitado a Gardel. Se volvió a generar una deuda pero para adelante.

Hubo muchos años de comodidad estomacal en Argentina que opacaron las falencias de los números reales. Será muy interesante cuando el INDEC ofrezca cifras oficiales. Es necesario que haya un indicador, una guía.

No parece que el Ingeniero Macri esté en contra de la clase trabajadora (como se llama habitualmente aunque más que una clase es todo el país menos 4 o 5 familias de dinero) pero sí habrá de mantener una postura de firmeza porque ya no existe la marcha atrás.

Argentina tiene un gran futuro: siempre lo tuvo. Resucitó una y mil veces. Hoy el caso Lázaro Báez es una muestra: robando millones, comprando casi toda una provincia, saturando el mercado bancario nacional y siendo de un descaro obsceno semejante estafa, Argentina sigue adelante. Es cuestión de tiempo: Argentina siempre ha logrado su propio equilibrio.

(*) Responsable de URUGUAY30 COMUNICACIONES

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