Opinión
Análisis político

Egipto e Israel, una relación de necesidad mutua

Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel. (Dibujo: NOVA)

Por Israel Rabinowicz, corresponsal de NOVA en Israel

Cuando me senté frente al teclado a escribir este comentario, estaba programado que el mismo estuviera referido a los 40 años de la Operación Entebbe, un hecho que ha contribuido a que las Fuerzas de Defensa de Israel alcancen un estatus casi legendario, y del viaje del Primer Ministro de Israel a Uganda y otros tres países para intentar retomar las relaciones con África.

El viaje de sólo cuatro días, implicó una inversión de un poco más de siete millones de dólares que incluyó un avión con un hospital de campaña completo, preparado a full para casos de urgencias.

Al retornar, quedó como regalo en uno de esos países la titulación de una nota que decía "A 40 años de la Operación Entebbe: de un Netanyahu a otro Netanyahu", obviamente haciendo respetuosa referencia a que el hermano del actual Primer Ministro, como mayor de la fuerzas especiales de ataque cayó en dicho operativo. En su honor, la visita se popularizó como Operación Yonattan.

El video con Netanyahu durmiendo y su esposa despertándolo mientras uno de los presidentes africanos habla, dio vuelta al mundo. Fue buen material para armar simpáticas notas.

Del otro lado del planeta, a los argentinos casi les ocurría lo mismo, cuando el presidente Mauricio Macri, ponía en duda su participación en el desfile militar por los 200 años desde la Independencia Nacional; debido al cansancio que le provocó su maratónica gira por Europa, Estados Unidos y los primeros festejos en el Norte de su país.

El tiempo corre

La sorpresiva llegada del ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, como enviado especial del presidente Abdel-Fattah al-Sissi retomando los encuentros oficiales de alto nivel tras casi 10 años de ausencias, indicó que algo presiona y apura.

En las provocativas expresiones pronunciadas el 23 de junio pasado por el presidente de PalestinaMahmoud Abbas frente al Parlamento Europeo, está la clave, la dureza y regresión del mismo. No dejó de reivindicar ninguna de las exigencias palestinas, incluso las que ya fueron poco a poco dejadas de lado.

Es el testamento político de quien sabe que no le queda tiempo para nada diferente, que debajo de sus pies la tierra tiembla, que su estabilidad puede trastabillar en cualquier momento dando lugar a lo imponderable.

Son tantas las armas distribuidas entre las fuerzas de seguridad y la población civil, que una sangrienta guerra por el poder es la alternativa en la cual todos los analistas coinciden. Hamás, espera agazapado.

Aunque a los servicios de informaciones que actúan dentro del territorio palestino no les resulta difícil detectar estos movimientos –anticipos de guerra– las últimas declaraciones pronunciadas en Europa fueron leídas como que los tiempos rápidamente se acortan, por eso la sorpresiva visita del ministro de Relaciones Exteriores de Egipto.

El Presidente egipcio pretende pasar a la historia como el ex mandatario Sadat. Con la guerra de Iom Kipur le devolvió a Egipto el orgullo perdido: esto le dio fuerza para avanzar con su histórico viaje a Jerusalén y la paz con Israel. Sissi en los futuros libros de historia busca que lo recuerden aún más que a Sadat.

Las largas dos horas del encuentro entre el canciller egipcio y Netanyahu, son el mejor mensaje tras la importancia que obtuvo esta reunión. No es descabellado imaginar que en poco tiempo se anuncie el viaje de Netanyahu a El Cairo o a la inversa.

Una herramienta muy útil

Al presidente Sissi le preocupan las nuevas y estrechas relaciones entre Turquía e Israel, que las mismas no avancen y se fortifiquen a costa de ellos. También le interesa dejar atrás un duro conflicto económico por la ruptura de un viejo acuerdo comercial de gas que está en arbitraje internacional, por lo que solicitó que Israel como parte de los avances políticos a futuro, lo retire.

Son muchos miles de millones de dólares sobre la mesa para fortificar acuerdos políticos. Además necesita de Israel para evitar el avance de las fuerzas del Daesh en el desierto de Sinaí, un preocupante dolor de cabeza que se le suma a la siempre latente presión interna con los hermanos musulmanes, quienes le declararon una guerra a muerte.

El acercamiento con Israel le permitirá hacer buena letra para luego exigir a Estados Unidos un incremento en la ayuda económica, fundamental para su desarrollo y estabilidad: Netanyahu puede convertirse en un buen puente para ello.

Israel lo necesita porque contrapone las acusaciones de inacción en el proceso de paz, para enfrentar la propuesta de París por una más general que involucre a todos los países árabes, demostrar que algo se avanza en dicha dirección. Para ello, la presencia del presidente egipcio es fundamental, continúa teniendo el mayor peso específico.

Cualquier avance en esta dirección, llevará a que el laborismo –desesperado por ingresar al Gobierno– encuentre la excusa para incorporarse a la coalición, de allí en más con los grandes cambios políticos en puerta, tanto en Europa como en los Estados Unidos, imaginar que algo cambiará es pura ciencia ficción.

Todo este complicado tablero de ajedrez político en la región, comienza a mostrar su juego justo cuando en Israel, luego de una fuerte ola de rumores, el asesor jurídico del Gobierno confirma la investigación que implica al primer ministro Netanyahu.

¿Será ésa la secreta causa que moviliza a Netanyahu a apurar las conversaciones con Egipto? Esto me recuerda cuando el ex primer ministro Isaac Rabin debió renunciar al cargo en 1977, tras descubrirse una cuenta bancaria en los Estados Unidos a nombre de su esposa, con aproximadamente 7.000 dólares de saldo (en aquel momento por ley estaban prohibidas). Lo que el camino democrático no pudo hacer, lo consiguió ese dinero.

Netanyahu, ¿se convertirá en el segundo Rabin? Por la cantidad de políticos que ya están preparando trajes a medida, parece ser que sí.

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