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Reflexión

El crimen como credo de la iglesia católica

El pecado capital que han cometido y cometen los curas, es usar la palabra de dios para ejecutar los más abominables crímenes contra la humanidad.

Por Rolando Prudencio, desde Bolivia, especial para NOVA.

Si el pecado capital para los mortales es haber comido la fruta prohibida en el edén, desobedecido las órdenes de dios; el pecado capital que han cometido y cometen los curas, es usar la palabra de dios para ejecutar los más abominables crímenes contra la humanidad.

Podríamos decir que el verdadero credo es el crimen para los curas de la iglesia católica. Claro que sería un crimen también generalizar que todos los miembros de la iglesia son portadores de esos genes genocidas, pero no menos cierto que son las cúpulas de la curia, a diferencia de quienes como Espinal vivieron la vida para gastarla, arriesgando el pellejo.

Y es que así han sido todos los episódicos escarmientos que ha vivido la iglesia en su seno; sobre todo esa iglesia tercermundista cuyos miembros más prominentes fueron martirizados como el caso de Luis Espinal de quien ya nos referimos sobre su muerte y desaparición física a manos de los golpistas del garciamesismo el 21 de marzo de 1980. O el caso del monseñor Oscar Arnulfo Romero asesinado 3 días (24 de marzo de 1980), después en el Salvador.

Los crímenes genocidas que la iglesia ha cometido y bendecido ha estado presentes desde que es la iglesia es iglesia. La Inquisición ha sido el testimonio más terrorífico para la humanidad sobre la inclinación genocida que la iglesia ha tenido.

La llegada del catolicismo a nuestro Continente ha sido otro hecho que ha ratificado que con la llegada de la cruz y la espada se cometió otro genocidio en nombre de dios.

Particularmente en nuestro país se ha reproducido esa lúgubre lógica hace más de un año atrás, cuando también: Con la biblia en la mano se cometió otro genocidio contra las poblaciones indígenas en Senkata y Sacaba, cuando con la biblia en la mano apoyaron el golpe genocida, metiendo las sagradas escrituras, y que cobró víctimas en nombre de dios.

Pero además la novedad, es que hoy que los golpistas han quedado en evidencia sobre los crímenes han cometido, los jerarcas de la iglesia han salido a interceder pidiendo impunidad por los crímenes cometidos para los golpistas.

Cabe dejar sentado entonces que más allá de lo que intrínseca e individualmente implica mantener la fe para cada persona, es momento de dejar establecido que el verdadero credo de la iglesia católica es el crimen; más allá de lo que cada quien crea en lo que crea.

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