El plan para dar refugio a familias que sufren las consecuencias de la guerra, había sido una iniciativa del entonces presidente José Mujica. En ese marco, en octubre del año pasado llegaron al Uruguay cinco familias, que comprendían a 42 personas.

También en esa línea, Mujica acordó con Estados Unidos el refugio a ex prisioneros de la cárcel de Guantánamo. El gobierno actual decidió revisar muchos de los planes de Mujica, para considerar las condiciones en que se estaban aplicando y en la conveniencia de continuarlos.

El otro grupo de familias sirias, que comprendía a 72 personas, ha sido postergado aunque el gobierno de Tabaré Vázquez informó que no quedó descartado, sino que se estudia la forma de una mejor implementación. Denuncia Con alguna de las familias llegadas en octubre se dieron algunas denuncias sobre supuesta violencia doméstica, que prendieron luces amarillas.

La familia que ahora dejó el Uruguay había sido radicada en el balneario de Piriápolis, que está a 100 kilómetros de Montevideo y a unos 15 minutos de Punta del Este. "Lo que sabemos que es viajó la familia entera, con unos pasajes que les enviaron unos familiares, rumbo a Serbia. Los pasajes eran de ida y vuelta", dijo el canciller Nin Novoa.

Agregó que es posible que regresen. Nin Novoa aseguró que también sigue vigente el plan para refugiar a las otras familias. Los que llegan al país son analizados por la Secretaría de Derechos Humanos del gobierno, en base a una preselección que realiza el Alto Comisionado para los Refugiados de las Naciones Unidas (Acnur).

El impulsor del plan, el ex presidente Mujica, manifestó tiempo atrás que el objetivo inicial era diferente y que en los hechos se desvirtuó su idea, porque "no se cumplió con un requisito planteado de entrada, que es que fueran la inmensa mayoría de origen campesino".