En la misma línea, el secretario general del Partido Colorado (PC), Andrés Ojeda, se sumó a las críticas, exigiendo la renuncia de Danza al considerar incompatible su cargo en ASSE con su actividad privada como médico.

Frente a las objeciones de la oposición, el oficialismo ha defendido la gestión de Danza, argumentando que no existe ninguna incompatibilidad entre su rol como presidente de ASSE y su actividad médica privada. El Gobierno ha descartado las irregularidades señaladas, manteniendo su respaldo al jerarca.

La controversia se intensifica a pocas horas de la comparecencia del directorio de ASSE en la comisión de Diputados para presentar el Presupuesto del organismo. Se anticipa una sesión tensa, con la figura de Danza en el centro del debate, no solo por las cifras a presentar, sino también por la creciente presión política que enfrenta.

La gestión de ASSE se encuentra en un terreno de incertidumbre, con los partidos de oposición exigiendo definiciones y el Gobierno manteniendo su apoyo. El desenlace de la situación dependerá, según fuentes de la oposición, de si Danza decide "optar" por uno de los cargos o si persiste en su posición a pesar de los cuestionamientos. La controversia plantea interrogantes sobre la ética en la función pública y la compatibilidad de roles en el ámbito de la salud.