Lo que comenzó como un cruce verbal subido de tono escaló rápidamente a los golpes, dejando a la audiencia atónita y a los productores intentando frenar una escena que parecía sacada de una pelea callejera más que de un ciclo televisivo.

El programa, que ya tiene fama de alimentar los enfrentamientos y exponer “lo peor de la sociedad” como dicen algunos televidentes, suma así un nuevo capítulo a su larga lista de controversias.

El sindicalista Ricci y De Vargas se dijeron de todo, en un intercambio que mostró la cara más violenta de un espacio donde la línea entre periodismo, espectáculo y show de agresiones parece desdibujarse cada vez más.

Las críticas no tardaron en llegar a las redes, donde varios usuarios cuestionaron la responsabilidad del ciclo por permitir que la situación se descontrolara de esa manera. “Esto no es periodismo ni debate, es circo barato”, comentaron algunos, mientras otros celebraban el escándalo como parte del “show” que Galeano vende cada semana.

Lo cierto es que, lejos de ser un caso aislado, este nuevo episodio confirma que el programa de Galeano ha hecho de la polémica su marca registrada, aunque el precio a pagar sea la credibilidad y el deterioro de la discusión pública.