Este informe subraya la existencia de brechas estructurales en las condiciones de formalidad entre los diferentes departamentos del país. Si bien la tasa de empleo departamental no varía significativamente, la informalidad presenta diferencias notables.

Un ejemplo de esto es Treinta y Tres, donde la informalidad alcanza un 27,9% y el desempleo es el más alto del país, con un 14,1%. Por otro lado, Maldonado, impulsado por el turismo estacional, combina una informalidad del 29,5% con una tasa de empleo del 64%.

A nivel nacional, el estudio del INE estima que aproximadamente uno de cada cinco trabajadores ocupados no realiza aportes a la seguridad social. Esta situación limita su acceso a prestaciones sociales y debilita la base de recaudación del sistema previsional. El informe advierte que este fenómeno tiene múltiples causas, incluyendo diferencias productivas entre regiones, actividades con alta rotación o zafralidad, y una menor presencia institucional en algunas zonas del país.

Los especialistas del INE enfatizan la importancia de analizar estas diferencias regionales en el mediano plazo, evitando considerarlas como un ranking estático. Factores coyunturales, como la zafra o la apertura de grandes empresas, pueden influir en los resultados departamentales de manera temporal.

El informe, en definitiva, pone de manifiesto la necesidad de políticas diferenciadas que aborden las particularidades de cada territorio para reducir la informalidad laboral y promover un mercado de trabajo más equitativo en todo el país.