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Números que duelen

Aulas vacías: la deserción escolar alcanzó el 47 por ciento y se encienden las alarmas en el área educativa

Casi la mitad de los estudiantes abandonan el bachillerato antes de terminarlo. (Dibujo: NOVA)

Un estudio del Centro de Estudios de la Realidad Económica y Social (Ceres) encendió una señal de alerta sobre la situación educativa en Uruguay. Según el informe, solo el 53 por ciento de los jóvenes culmina el bachillerato, una cifra muy por debajo del promedio de los países de la OCDE (86 por ciento) y también inferior al de América Latina (71 por ciento).

El documento, titulado “Hacia una mayor integración entre educación y trabajo en Uruguay: el potencial de la formación dual”, advierte que la baja culminación de la educación media y la escasa participación en estudios terciarios —solo el 15% de las personas de entre 25 y 34 años cuenta con título universitario o técnico superior— condicionan la inserción laboral de los jóvenes y amplían las brechas de formación en el país.

Desinterés y necesidad de trabajar, las principales causas del abandono

El estudio señala que más del 70% del abandono en la educación media se explica por dos motivos principales: el desinterés o preferencia por otros aprendizajes (45,8%) y la incorporación temprana al mercado laboral (25,6%).

“La elevada deserción se ve reforzada por una orientación vocacional insuficiente, rigidez curricular y un escaso vínculo con el mundo del trabajo, factores que limitan la capacidad del sistema para adaptarse a las necesidades de los estudiantes y a las demandas cambiantes del mundo laboral”, destacó Ceres.

El informe fue presentado ante autoridades de la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP), la Universidad Tecnológica del Uruguay (UTEC), el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y representantes de las cámaras empresariales.

La brecha educativa limita el desarrollo y la empleabilidad

El bajo nivel de egreso, según Ceres, dificulta el acceso a estudios superiores y restringe las oportunidades laborales de los jóvenes. Mientras el promedio de titulados terciarios en la OCDE alcanza el 48%, Uruguay apenas llega al 15%. “El país pierde una gran oportunidad de mejorar la empleabilidad juvenil, elevar los salarios y reducir los niveles de desempleo estructural”, advirtieron los analistas.

La educación dual, una alternativa posible

Ante este panorama, el informe propone expandir los modelos de formación dual, que combinan la enseñanza teórica en centros educativos con prácticas en empresas. Países como Alemania o Suiza —donde más de la mitad de los estudiantes de educación media superior participan en este sistema— sirven de referencia.

Según las estimaciones de Ceres, si Uruguay aplicara esta modalidad, la tasa de egreso de bachillerato podría subir del 53% al 60%, lo que equivaldría a más de 3.300 egresados adicionales por generación.

Conectar educación y trabajo para reducir el desempleo juvenil

El estudio subraya que la falta de articulación entre educación y empleo agrava la vulnerabilidad del sistema educativo. Muchos jóvenes no logran vincular sus estudios con una salida profesional clara, lo que impacta en su motivación y continuidad.

“La deserción no solo se debe al rendimiento académico, sino a la falta de conexión entre lo que se enseña y lo que demanda el mercado laboral”, remarca el informe.

Entre los beneficios de la formación dual, Ceres destaca una reducción del desempleo juvenil, una mayor innovación y mejores oportunidades para jóvenes en situación de vulnerabilidad, además de fortalecer los vínculos entre el Estado, la academia, las empresas y los estudiantes.

“La integración entre educación y trabajo es clave para construir un futuro con más oportunidades y menos exclusión”, concluye el informe.

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