Según el titular del MTSS, Juan Castillo, aproximadamente el 60 por ciento de las ramas de actividad ya han cerrado sus negociaciones. Si bien reconoció que la agenda de negociaciones no elimina la conflictividad en algunos sectores, el foco está puesto en avanzar en las próximas semanas. Castillo también señaló que esta primera ronda de negociaciones de cada gobierno suele ser particularmente intensa, con 164 de 166 mesas abiertas.

El Consejo Superior Tripartito aspira a completar todas las mesas de negociación antes de que finalice el año, buscando consensos y acuerdos entre las partes. En los casos donde las posiciones están más distanciadas, el MTSS ha presentado propuestas de mediación. El objetivo a largo plazo es llegar a 2026 con todas las mesas cerradas, considerando la retroactividad de los acuerdos. Algunas empresas han realizado adelantos salariales a cuenta para mitigar el impacto financiero posterior, pero será necesario recalcular aguinaldos y salario vacacional. Algunos sectores, como la construcción, se discutirán a partir de julio del próximo año.

Sin embargo, existen sectores donde las negociaciones se encuentran estancadas. El sector metalúrgico, a pesar del esfuerzo de todas las partes, no ha logrado alcanzar un acuerdo. La situación en el sector rural también es complicada, y el MTSS está analizando una propuesta de acercamiento. La actividad portuaria presenta complejidades debido a la demanda de los trabajadores de asegurar 13 jornales mínimos.

La industria láctea también enfrenta desafíos. Los despidos en Claldy, por ejemplo, han generado controversia. Si bien se reconoce que las empresas pueden tener problemas, la prioridad es buscar soluciones negociadas. Castillo cuestionó la postura de la empresa si la resolución implica despedir a los sindicalizados y mantener al resto del personal, lo cual sugiere persecución sindical.