García Zapata indicó que las líneas y circuitos afectados del servicio de electricidad fueron restablecidos al 100 por ciento, en los siete días hasta este martes, aunque todavía quedan pendientes de reponer ocho postes y veinte transformadores.

La vivienda y la electricidad recibieron el mayor impacto de los vientos huracanados de Ian, que atravesó hace una semana de sur a norte la provincia Pinar del Río, la más occidental de la isla, donde ocasionó grandes destrozos y extendió sus severos efectos a sus vecinas Artemisa, La Habana y Mayabeque.

Este golpe al sistema eléctrico provocó un apagón general en todo el país y agravó la situación, que desde hace varios meses genera cortes del suministro diarios en todo el país, por roturas y fallos en las anticuadas plantas termoeléctricas, la falta de combustible y los mantenimientos programados.

La falta de corriente durante varias jornadas consecutivas motivó en los últimos días protestas en varios barrios de La Habana, y también en las provincias de Camagüey (centro) y las orientales Holguín y Guantánamo.

Los manifestantes realizaron toques de cazuelas, bloqueos de avenidas al tráfico y sentadas en demanda de “luz” y, en algunos casos, gritaron reclamos políticos. El medio independiente Proyecto Inventario ha registrado 55 protestas, la mayoría en La Habana.

Además, activistas han reportado 26 detenciones, entre ellos al menos un menor de edad, y denunciado que las fuerzas de seguridad y agentes de civil emplearon violencia contra manifestantes.

El azote del huracán Ian, el primero que ha tocado a Cuba en la actual temporada de ciclones, dejó cinco muertos y cuantiosos daños materiales, hasta ahora solo cuantificados de manera parcial.