Según el economista y dirigente Daniel Olesker, el aumento del gasto respondió a motivos electorales y estuvo mal direccionado, sin abordar problemas de pobreza y desigualdad. Además, desestimó los argumentos del gobierno sobre los factores externos y resaltó que el déficit creció incluso en años sin crisis como la sequía o la pandemia.

Por su parte, el senador blanco y economista Sergio Botana defendió la gestión de Lacalle Pou, destacando que el gobierno mantuvo la economía a flote pese a las “circunstancias crueles”, como la crisis en Argentina y el conflicto en Ucrania. Botana comparó el aumento de la deuda actual, un 10 por ciento en cinco años, con el crecimiento del 300 por ciento registrado durante las administraciones del FA en 15 años, cuando las condiciones eran más favorables.

El peso del gasto público

La economista Silvia Rodríguez Collazo, del Centro de Investigaciones Económicas (Cinve), calificó las cifras fiscales como una “sombra” sobre la gestión gubernamental. Rodríguez destacó que la expansión del gasto público durante este período alcanzó los 900 millones de dólares, una cifra que contrasta con las promesas iniciales de reducir el gasto en un monto similar.

Olesker acusó al gobierno de incumplir su regla fiscal y afirmó que el incremento del gasto no se enfocó en combatir la pobreza ni la desigualdad. “Ese gasto público mal direccionado no tuvo efectos positivos. La desigualdad creció y la pobreza sigue igual que en 2019”, criticó.

Deuda pública en el centro del debate

El manejo de la deuda pública también genera controversias. Olesker subrayó que el aumento significativo de la deuda durante 2020, aunque justificado por la pandemia, no logró mitigar sus efectos devastadores sobre la población. Consideró que los fondos deberían haberse destinado a transferencias monetarias y subsidios al empleo y al salario.

Desde el MEF, la ministra Azucena Arbeleche justificó el aumento del endeudamiento debido a una reducción en la recaudación por la desaceleración inflacionaria. Arbeleche destacó que esta situación, si bien impacta las cuentas fiscales, también beneficia a los ciudadanos al aumentar su poder adquisitivo.

Visiones de los especialistas

Economistas y empresarios también manifestaron preocupaciones sobre el panorama fiscal. Silvia Rodríguez Collazo y Joaquín Torres advirtieron sobre las presiones que el actual nivel de endeudamiento generará en el próximo Gobierno. Javier de Haedo, de la Universidad Católica, calificó el déficit como una restricción que demandará medidas inmediatas para evitar un deterioro mayor.

Diego O’Neill, de la Confederación de Cámaras Empresariales, señaló que el déficit fiscal es el “punto más pendiente” de la gestión actual. Reconoció logros en empleo y crecimiento económico, pero instó a mejorar la competitividad y a priorizar el cuidado de las finanzas.

Perspectivas para el próximo gobierno

El economista Daniel Olesker instó al próximo gobierno liderado por Yamandú Orsi a priorizar el gasto en función de las necesidades sociales. Aunque la deuda actual no es crítica, el margen de maniobra estará condicionado por las restricciones fiscales actuales y las incertidumbres internacionales. El próximo ministro de Economía, Gabriel Oddone, advirtió sobre la necesidad de un presupuesto cuidadoso que garantice la sostenibilidad de las finanzas públicas.

La discusión sobre el déficit fiscal y la deuda pública seguirá marcando la agenda política y económica, con visiones encontradas que reflejan las prioridades y estrategias divergentes de los principales actores políticos del país.