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Negociaciones complicadas

No tiene pruebas, pero tampoco dudas: Lacalle Pou teme que Argentina y Brasil boicoteen el TLC con China

El presidente Luis Lacalle Pou tensionó una vez más la relación con los países vecinos, al acusarlos de realizar maniobras diplomáticas para entorpecer el Tratado de Libre Comercio. (Dibujo: NOVA)

El presidente Luis Lacalle Pou volvió a subir el tono en la relación con los vecinos al acusar abiertamente a los gobiernos de Alberto Fernández en Argentina y de Lula da Silva en Brasil de realizar maniobras diplomáticas para entorpecer las negociaciones para un Tratado de Libre Comercio (TLC) con China.

“No lo puedo comprobar, pero me imagino que ha habido gestiones diplomáticas, tanto de Argentina como de Brasil, para manifestar que no ven con buenos ojos que Uruguay avance en solitario. No sé qué atención le presta a eso el gobierno chino”, aseguró durante su entrevista con el diario español El Mundo. Se trata de un fragmento que no fue publicado y que hoy difundió el diario El País.

Actualmente el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Fernando Mattos, está en China en una gira de suma importancia para las ambiciones del Ejecutivo de avanzar en el TLC. Se trata de una visita que durará 20 días y en la que está acompañado por empresarios de sectores clave de la economía que esperan mejorar el acceso al mercado chino.

Semanas atrás el canciller Francisco Bustillo había viajado al gigante asiático para tratar de desbloquear las negociaciones por el acuerdo comercial que enfrentó a Uruguay con sus socios del Mercosur. El jefe de la diplomacia volvió sin anuncios al respecto, pero con el compromiso de Pekín de diseñar una agenda de cooperación comercial, aunque de otro tipo.

El viaje de Bustillo casi coincidió con el del presidente Lula da Silva a China donde, más allá de relanzar la relación bilateral entre los dos países, el tema del TLC uruguayo estuvo sobre la mesa. El presidente brasileño rechaza el camino en solitario de Uruguay y promueve que el acuerdo comercial sea entre el Mercosur y la potencia.

La posición de Brasilia no es secreta, pese a lo que sugiere el presidente Luis Lacalle Pou. Fue discutida por ambos en su encuentro en Montevideo a fines de enero. Entonces, acordaron que cada gobierno jugaría sus fichas a favor de sus posiciones y se vería cuál tenía más suerte.

Se sabe que China presta atención a la opinión de Brasil. Es un socio clave en la geopolítica regional y también en las relaciones comerciales. Desde el lado de Brasilia, valoran que Pekín ha sido su principal socio comercial ininterrumpidamente desde 2009.

El congelamiento de las negociaciones por el TLC, de hecho, ocurrieron mucho antes de que el gobierno de Lula da Silva iniciara las gestiones diplomáticas para frenarlo de las que habla Luis Lacalle Pou. El parate coincidió con el proceso electoral en Brasil, incluso cuando el estudio de factibilidad del lado uruguayo había sido presentado en junio pasado.

La demora de casi un año en avanzar con las negociaciones –en medio del cual Ecuador selló un TLC exprés con China- no sólo generó fastidio dentro del Ejecutivo, sino que también comenzó a sentirse en el plano económico local.

Las ventas a China cayeron en casi todos los rubros del sector agroexportador, un sector que además sufre el golpe de la sequía histórica. Pekín ha limitado su ritmo de importaciones y, en esa decisión, Uruguay que no es un socio preferencial ha sentido el impacto.

Solo como ejemplo, las exportaciones de carne desde Uruguay a China se derrumbaron 37,7 porcentual en abril, el nivel más bajo en 32 meses. A su vez, en el acumulado del primer cuatrimestre del año, se vendieron casi 70.000 toneladas, lo que significa una disminución de 30.000 toneladas, es decir del 30 por ciento, en comparación con el mismo período de 2022.

Paralelamente, Brasil se convirtió en el principal destino de colocación de bienes uruguayos los últimos dos meses. En abril representó un mercado de 730 millones de dólares, dejando detrás al país asiático.

Casi como una ironía, el aumento de colocaciones de productos uruguayos en Brasil estuvo facilitado por la ausencia de aranceles por ser ambos países miembros del Mercosur. A ello se suma que las exportaciones son más diversificadas e incluyen también a la energía eléctrica y productos lácteos, y no solo soja y carne como en el caso de China.

El presidente Luis Lacalle Pou, que siempre tuvo una relación disonante con el argentino Alberto Fernández, parece sumar ahora cierto grado de tensión con Lula da Silva. Cabe destacar que estas acusaciones de gestiones diplomáticas secretas ocurren en la antesala de un encuentro que los tendrá cara a cara en Brasil para un retiro de mandatarios latinoamericanos. Los tiempos políticos no siempre coinciden con los económicos.

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