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Crisis hídrica

Seco como lengua de loro: la falta de agua no le da respiro al Gobierno de Lacalle Pou

La gestión de Luis Lacalle Pou ve con preocupación la prolongación de la escasez de lluvias, y la producción agropecuaria y otros sectores sensibles siguen agobiados por la situación.

La falta de agua potable y los rezagos de los desastres provocados por la sequía en los suelos parecían que iban a acabar una vez comenzada la etapa neutral de lluvias en el Uruguay.

Sin embargo, el Gobierno de Luis Lacalle Pou observa con preocupación que la seca aún no terminó y las precipitaciones necesarias para llenar los embalses todavía se hacen esperar. Mientras tanto, se reciente la situación del agro, y la falta de agua continúa afectando a la población, y el Ejecutivo no cuenta con herramientas para subsanar la situación.

A mediados de marzo, la Agencia Americana de Océanos y Atmósfera (NOAA, por sus siglas en inglés) había anunciado que el fenómeno de La Niña había terminado y que comenzaría una fase neutral de lluvias donde se normalizarían las precipitaciones. Sin embargo, las precipitaciones siguen siendo todavía muy escasas provocando que varias zonas del país tengan inconvenientes para el acceso de agua potable y que el agro no pueda recuperar los suelos apaleados durante el verano.

“Hoy en día estamos en fase neutra, con perspectivas de pasar a fase cálida en invierno” explicó el meteorólogo y especialista en cambio climático, Mario Bidegain. Sin bien admitió que ha habido lluvias que permitieron recuperar gran parte del suelo uruguayo, todavía la zona suroeste del país sigue pagando el déficit hídrico. Las zonas de Colonia, San José, Montevideo y Canelones son las más afectadas ya que las lluvias no alcanzaron que recuperar arroyos, ríos, cañadas y embalses.

“Todo hace suponer que en los próximos tres meses deberíamos tener una normalización de las lluvias” alentó el meteorólogo, aunque admitió que para volver a llenar los embalses deberían haber precipitaciones que superen la capacidad de absorción de agua de los suelos y eso todavía no ha sucedido. Según Bidegain, la cantidad es muy variable porque depende de la capacidad de los suelos y la región, pero puede llegar a rondar entre 60 y 80 milímetros para poder desbordar los suelos, lo que permitiría llenar los embalses.

Una sequía histórica y el papel de cambio climático

No es la primera vez en la historia que las lluvias están ausentes durante una sequía, como por ejemplo la sucedida entre 2008 y 2009. Sin embargo, el déficit hídrico actual es el primero en la historia registrada del Uruguay en durar más de 3 años. “Este caso es excepcional porque hemos pasado más de 3 años en estado de sequía”, explicó el meteorólogo.

Paradójicamente, según el experto, la particular sequía por la que está atravesando Uruguay no correspondería con los pronósticos que se tiene sobre el cambio climático en esta zona del mundo. El meteorólogo explicó que, en esta zona del planeta, se espera que, con el avance del cambio climático, las lluvias aumenten y que no disminuyan y que la sequía corresponde a la variabilidad climática natural.

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