El estudio dimensiona las desigualdades que enfrentan las personas con discapacidad, evidenciando carencias en el acceso a la educación, al empleo, a condiciones de vivienda digna y a las tecnologías de la información.

Esta situación refleja una correlación histórica entre pobreza y discapacidad, donde las familias con miembros discapacitados a menudo enfrentan mayores costos de vida y dificultades para mantener sus ingresos.

El Ministro del Mides, Gonzalo Civila, destaca la necesidad de un cambio cultural que valore el potencial y la contribución de las personas con discapacidad, en lugar de percibirlas únicamente como sujetos necesitados de ayuda.

Asimismo, subraya la importancia de un abordaje integral de las políticas sociales, que considere la intersección de diversas desigualdades y no aísle la discapacidad de otros factores determinantes.

La creación de una estrategia y una política pública orientadas a revertir estas brechas se presenta como un compromiso fundamental para construir un Uruguay más equitativo e inclusivo.