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Eliana Díaz, la modelo que denunció por estafa, violencia y difamación a Miss Universo Uruguay y su ex amiga

Eliana asegura que fue excluida injustamente del certamen y presentó una demanda contra la organización.
“Era el sueño de toda mi vida. Y me lo quitaron como si fuera un número, un objeto fallado al que se reemplaza”, nos contó.
Y sostuvo: “Pensaron que como soy una buena persona, amable, simpática, cariñosa y siempre estoy con una sonrisa, me iba a quedar callada. Confundieron todas mis virtudes con debilidad”.
“Hay muchas chicas jovencitas que a la hora de presentarse a un certamen necesitan un respaldo y contención ante estas situaciones y fueron carentes absolutamente de eso”, reveló.
“Me prometieron igualdad de condiciones, y me sacaron por presiones de una violenta que tiene medidas cautelares judiciales para no acercarse a mí”, denunció.

Por Gabriel Pereira, especial para NOVA

Eliana Díaz es una modelo que denunció estafa, violencia y difamación contra el concurso de belleza Miss Universo Uruguay, y una ex amiga involucrada en el certamen que la traicionó. En diálogo con NOVA, nos contó los detalles de su dura pelea por obtener justicia y el profundo impacto que tuvo en su vida este tenso episodio.

-¿Qué sentiste el día que supiste que estabas oficialmente fuera del certamen?

-Justamente, muy buena pregunta la que me acabás de hacer… porque no fue oficial. No tuve un comunicado, ni un mail, ni un mensaje. Ni siquiera una explicación privada o pública.

Simplemente me dijeron que lo mejor era “dejar que todo pase” y “volver el año que viene”, tratando de manipularme y sacarme suavecito y en silencio.

Pero jamás me dieron una decisión clara de parte de ellos. Intentaron que yo sea la que renuncie, y cuando no acepté bajarme, dejaron de contestarme el teléfono.

Pensaron que como soy una buena persona, amable, simpática, cariñosa y siempre estoy con una sonrisa, me iba a quedar callada. Confundieron todas mis virtudes con debilidad.

Sentí una puñalada en la espalda.

Era el sueño de toda mi vida. Y me lo quitaron como si fuera un número, un objeto fallado al que se reemplaza.

Y no. Soy persona, con sueños, con esfuerzo, con dedicación, con pasión, y también con inversión. Con una vida difícil detrás que aún así me animo a soñar y a dar el paso a exponerme y que ellos me expongan y de la noche a la mañana deciden que ya no les sirvo y para afuera como si no valiera nada.

¿Sabés que en una producción de fotos estuvimos 8 horas y ni siquiera nos ofrecieron un vaso de agua? Ninguna habla porque todas quieren la corona y prefieren callar por ego por miedo a perder su lugar. Pero lamento informarles que de las 19 solo va a quedar 1. Y ahí yo creo que otras también se van a animar a hablar.

Pero volviendo a la pregunta anterior, sí, me sentí expulsada, pero fue un sentimiento, porque oficialmente no lo fue.

Así que estoy pensando en presentarme el día de la final… Total, sin exclusión oficial, yo sigo siendo candidata (risas).

-¿Quién te hizo más daño, la organización o tu ex amiga?

-Mi ex amiga quiso destruirme, sí.

Pero no me sorprendió. Yo ya sabía la clase de persona que era. Desequilibrada, obsesionada conmigo, incapaz de tolerar mi brillo. Yo salía Miss Universo Uruguay y a ella le daba el patatús más grande de la vida. No iba a poder soportar la carcome la envidia y es triste me hizo mucho daño si, y yo fui muy buena amiga con ella y la quería mucho. Fue una decepción muy grande.

Pero la organización… ellos me traicionaron. Porque tenían el poder de protegerme. De hacer justicia y de actuar de buena fé. Y eligieron el silencio. Eligieron la cobardía. Eligieron cubrirse ellos.

En una llamada, el director me dijo que yo estaba entre sus tres favoritas, que tenía muchas chances de ganar. Pero que si llegaba a ser yo, y esta chica quería seguir haciéndome daño, el certamen también saldría perjudicado. Y que él no podía perder la franquicia ni los sponsors.

Ella lo amenazó directamente a él con hacer públicas mentiras sobre mí si no me sacaban.

Y él, en lugar de defender lo que es justo, me quitó del camino. Lo entiendo desde su falta de experiencia. Pero no lo justifico.

Porque para estar al frente de una franquicia como Miss Universo se necesita algo más que buenas intenciones: se necesita profesionalismo, y fortaleza porque tienes 19 mujeres a cargo.

Y eso faltó.

Hay muchas chicas jovencitas que a la hora de presentarse a un certamen necesitan un respaldo y contención ante estas situaciones y fueron carentes absolutamente de eso. A mi me hizo daño y con toda mi historia de vida, tan dura y difícil te diría que podría ir a la tercera guerra mundial con un tenedor y acabar con ella.

Pero aun así me dañaron y gracias a eso tuve que empezar tratamientos y medicamentos psiquiátricos. Porque se metieron con el sueño de una niña que desde muy pequeña soñaba con llegar a ser Miss Universo Uruguay. Si ustedes ven mis fotos caminando en tacones con 5 años creo que lloran conmigo de lo tan injusto que fue todo... y el dolor profundo que me hicieron sentir.

No quiero imaginarme una chica más jovencita que yo si le pasará lo mismo no lo soportaría.

Porque yo que me considero una mujer fuerte, me quitaron las ganas de vivir.

Por eso elijo a hablar, de la oscuridad detrás de los certámenes de las mujeres que son capaces de cualquier cosa con tal de obtener tu lugar o como no pueden destruirlo a cualquier costo.

-¿Qué te llevó a denunciar penalmente a Miss Universo Uruguay?

-Porque me sentí estafada. Pagué una inscripción para participar de un certamen del cual me sacaron por motivos que no fueron transparentes.

Me prometieron igualdad de condiciones, y me sacaron por presiones de una violenta que tiene medidas cautelares judiciales para no acercarse a mí.

Lo dice la Justicia no lo digo yo. Y lo peor me sacaron como si no existiera, como si nunca hubiera existido.

Además, mi ex amiga le escribió al director y a algunas candidatas cosas horrorosas sobre mí, completamente falsas. Todo con el único objetivo de destruirme.

-¿Sentís que te quieren destruir?

-Sí. Pero no pueden. Porque no estoy sola. Porque tengo la verdad, la justicia y un propósito más grande.

Porque soy esa mujer que se cae mil veces… y se levanta mil y una más.

No soy perfecta, he fallado y he aprendido de mis errores como todos en la vida. Prueba y error y así me hice la mujer resiliente que soy.

Y hay un Dios ahí arriba que todo lo ve, y un juez llamado tiempo que pone a cada uno en su lugar.

Que de hecho está pasando.

La unidad especializada en estafas tuvo que intervenir para que me devolvieran el dinero de la inscripción.

-¿Por qué creés que la organización te bajó realmente?

-Porque les temblaron las piernas. Porque prefirieron que yo me callara. Que desapareciera.

Soy una mujer fuerte, valiente. Sí, toqué fondo… pero para tomar impulso y seguir soñando.

-¿Qué le dirías a las personas que te juzgan sin saber todo lo que viviste?

-Que antes de criticar, se pongan en mis zapatos un segundo e informándose sobre todo lo que pasó.

Invertí mucho dinero en ese certamen, mío de mi bolsillo que dejé de comprarle cosas a mi hijo para confiar en este proyecto de vida.

Es como que mañana compres una casa y te digan ‘no, ya no más’. No hay nadie que supervise los certámenes. Estaba bien si no me elegían, pero me quitaron el derecho de pertenecer. De soñar. De intentarlo.

Fui discriminada. Yo no soy perfecta. Estoy lejos de serlo. Soy una chica humilde, que viene de abajo. Me gusta la moda, me gusta verme bien, sí. Pero no me creo más que nadie.

No voy a permitir que nadie me pisotee. Y espero que mi historia inspire a otras a no callar. Si están pasando por algo similar, o lo vivieron, que no se callen que se animen a hablar.

-¿Qué representa para vos este momento de tu vida?

-Es mi renacimiento. Me quisieron ver rota, y salí más fuerte. Me tiraron piedras… y las estoy convirtiendo en oro. Me quisieron achicar… y salí en todos los portales.

-Cuál fue el momento más duro de todo este proceso?

-El día que vi a mi hijo con tan solo 10 años preguntarme si estaba bien. Con los ojos brillosos viendo a su madre internada por problemas de salud mental que me ocasionó todo esto.

Él no entendía por qué me sacaban si yo era buena. Si me había esforzado. Si me había preparado, si había invertido. ¿Pero como le explicaba algo que ni yo podía entender?

Me vio tomando clases inglés para perfeccionarlo, viendo videos, practicando, pidiéndole que me grabara mientras practicaba y diciéndole: “Mami ahora no puede comprarte eso, porque está enfocada en este proyecto… para que estemos mejor.”

Porque era un proyecto de vida, dedicarme 100 por ciento a eso y vivir de trabajar como Miss, Modelo y con marcas. Y yo no sabía cómo explicarle que en este mundo, muchas veces, la verdad molesta, y las mujeres valientes y lindas pagan caro.

Yo me lo estaba tomando realmente profesionalmente.

Contrate un preparador de Miss de Venezuela lo traje a Uruguay le pagué alojamiento, pasajes, honorarios, diseñé vestido horas y horas buscando cuál podría ser la mejor opción.

Ya tenía el diseño de hasta mi traje típico. Pague fotógrafos, para hacer fotos y producciónes porque dijieron que eso también lo iban a evaluar el contenido me esforcé cada segundo por dar lo mejor de mí. Hasta fui al cirujano y le dije déjame lista para ganar Miss Universo. Quitamos el relleno de labios que tenía para verme más natural.

Y aún así no les importo. Los viaticos hasta Montevideo ya que yo no vivo ahí. Todo por mi cuenta, dejar a mi hijo para poder ir a las actividades. Dejar a mis padres a cargo de mi hijo. Mi novio acompañándome cerrando su negocio perdiendo de generar ingresos para acompañarme en algo tan importante que era para mi.

En resumen, me destrozaron.

Porque hubo toda una dedicación de mi absoluta de dos meses. Y no solo de mi, si no de tiempo de la gente que me quiere y me apoya y confía en mí que me apoyaron en cada idea que se me ocurría para resaltar para mejorar para brillar.

-¿Qué le dirías hoy a la organización de Miss Universo Uruguay?

-Les diría tantas cosas... pero prefiero responder correctamente y no faltar el respeto a nadie.

Que me destrozaron y que estuve al borde del suicidio. Y que ojalá cada día que se acuesten la almohada les hable de mí recordándoles todo el daño que me hicieron. Que lo que hicieron conmigo no se borra, ni se tapa.

Pero yo no guardo odio. Solo espero que lo que me pasó sirva para que nunca más otra chica pase por lo mismo.

No soy la única. Solo soy la que se animó a hablar. Y eso, aunque les duela, también es ser reina.

-¿Qué mensaje le darías a otras chicas que sueñan en grande como vos?

-Que no se callen. Que no se achiquen. Que no tengan miedo de brillar, aunque a algunos les arda. Porque el precio del silencio es más caro que el precio del coraje.

Yo ya gané. Porque sigo en pie. Y porque no me transformaron en lo que querían, alguien rota.

Yo sigo siendo yo. Más fuerte. Más despierta. Y más auténtica que nunca.

-¿Por qué le escribiste una carta al presidente, Yamandú Orsi?

-Porque ya no sabía a quién más acudir. No hay nadie que supervise los certámenes de belleza, es como si fuera el mundo de los impunes.

Porque cuando el sistema te ignora, una termina escribiéndole al que está más arriba. Al ser un certamen que representa al país mundialmente, desde mi desesperación de que alguien haga algo, que me ayuden ante una injusticia desde mi dolor. Estaba desesperada.

Igual fue épico, quedó para la historia mi frase: “¡Que alguien haga algo llamen al presidente!”. Pero literalmente fue desde la desesperación y de la impulsividad que tanto me caracteriza, necesitaba que alguien me ayudara. Mas allá de los partidos políticos es nuestro Presidente quien nos representa en nuestro maravilloso Uruguay.

Y yo estaba en un certamen para representar al país ante el mundo, el certamen de belleza más importante del mundo. No estaba en el certamen la reina de la cerveza o la reina de la pasta frola o la reina de la hamburguesa. Que nada tiene de malo, simplemente es otra categoría.

-¿Qué respuesta tuviste de la justicia?

-Tuve dos causas: una contra el certamen y otra contra mi ex amiga.

En el caso de ella, creo que una cautelar se quedó corta frente a todo el daño que causó. Pero, aun así, agradezco profundamente a la justicia de este país, porque con esa orden de alejamiento al menos me siento un poco más tranquila, más segura y protegida.

La difamación es un delito penal, pero en Uruguay no se le da tanta importancia, quizás porque hay cosas que consideran más graves, y lo entiendo. Pero yo creo que todos merecemos justicia. No solo quienes sufren lo más grave.

Con respecto al certamen, al principio pedí que se tratara como una causa penal, y llegó a intervenir la Unidad Especializada en Estafas.

Pero después decidí no seguir por ese camino. Y pedí para que no siga penalmente porque a mí me hicieron daño pero yo no soy igual que ellos.

Y no le voy a arruinar la vida a nadie.

Tuve dos opciones: exigir que me devolvieran el dinero de la inscripción o continuar adelante con la denuncia penal. Y elegí no seguir… Así que de nada director, gracias a que yo dije que no, no tuviste que atravesar un juicio penal. En el cual tenía todas las de ganar yo.

Porque, aunque me destruyeron, yo no soy igual. Elijo actuar desde la empatía, desde la justicia y no desde la venganza. Actuaron con frialdad con maldad, con mucha ignorancia y falta de profesionalismo.

Y ese combo, en un certamen de este nivel, puede arruinarle la vida a una persona. A mí me la arruinó por un momento. Y no, no hablo desde el resentimiento, ni porque me dolió perder. ¡Ojalá hubiera perdido dignamente!

Ojalá me hubieran dejado pertenecer, vivir mi experiencia en paz, como cualquier otra chica. Si yo no le hago mal a nadie.

Pero yo no perdí ese certamen. No es que salgo a hablar porque no me eligieron. Salgo a hablar porque pasaron cosas oscuras, injustas y dolorosas, y nadie las quiere nombrar.

Porque detrás de todo, hubo violencia, manipulación, encubrimiento, miedo, y un sistema que eligió callar antes que proteger.

Esto va más allá de una corona. Esto es una historia de abuso de poder, de silencio institucional, y de cómo trataron de apagarme por ser quien soy. Pero también me dio fuerza para hablar… y para no callar nunca más.

-¿Crees que tu amiga, pese a tener la orden de alejamiento, va a seguir intentando hacer cosas contra vos?

-Mi ex amiga tiene una orden judicial que le prohíbe acercarse a menos de 500 metros, nombrarme ante terceros o escribirme directamente. Si llega a hacerlo, puede enfrentar consecuencias graves ante la justicia.

Yo sinceramente espero que todo esto le haya servido como un aprendizaje, y que pueda soltarme de una vez por todas y seguir con su vida.

Le deseo lo mejor… pero bien lejos de mí.

-¿Confías en la organización para Presentarte nuevamente el próximo año?¿No tenés miedo que tu amiga aparezca nuevamente a ensuciar?

-No pienso volver a presentarme a Miss Universo Uruguay, sinceramente, no vale la pena. Me han hecho mucho daño y he perdido la confianza en el certamen.

¿Y miedo? No. No se puede vivir con miedo. Se tiene que vivir con fuerza, con felicidad con tranquilidad y paz.

-¿ Te sentís respaldada por la Justicia o crees que La organización tiene más poder oculto dentro de Uruguay?

-La verdad no lo sé, pero que en su momento me dio miedo enfrentarme ante una organización como Miss Universo Uruguay si me dio miedo. Porque no sabes nunca quien está detrás. Me sentí tan chiquita tan pequeña tan destrozada. Ya ni se de donde saqué fuerzas para salir adelante.

Yo no sé quiénes son ellos.

Pero nunca se sabe quién está detrás de las caras visibles y si hay que tener cuidado.

Cuidado si, miedo no.

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